Despues de muchos años, practicamente desde que termino la guerra de Malvinas que no he visto al padre Vicente, me alegró mucho su visita a la ciudad de Monte Caseros, y como llegue tarde a la presentación del libro, pues mis camaradas del Centro de Veteranos de Guerra "AVA ÑARO" de Monte Caseros me invitaron especialmente, escuche como relataba entre todas las historias, mi historia, la historia de un soldado profesional que fue a Malvinas, voluntario, y que el dia primero de mayo probó la metralla inglesa. "Donde esta Follonier", dijo el padre Vicente, "me dijeron que iba a venir, a Follonier le decían el muerto que habla, porque donde el estaba cayó una bomba de esas de mil libras, las primeras que tiraron para destruir la pista, cuando llegaron hasta donde estaba Follonier, lo tenían por muerto, pero estaba vivo, por eso le decían el muerto que habla, porque pudo contar el cuento". Lo que la gente por ahi no sabe es que esa bomba y esos momentos que pase enterrado vivo en la turba malvinera me habrian de marcar para siempre, indudablemente despues de ese primero de mayo ya no sería nunca más el mismo, repuesto de las contusiones, las heridas sicológicas habrian de minar mi resistencia y el estrees post traumático no se hizo esperar, además había que soportar tanta bibliografía y ficción desmalvinizadora que acentuaban mas los sintomas de una anunciada derrota, tantas veces repetidas durante tantos años en una clara misión desmalvinizadora permanente. ¿Como ordenar en nuestras mentes lo que nos decían nuestras maestras cuando eramos alumnos, nos inculcaban que las hermanitas perdidas, que las Malvinas eran nuestras, y si estaban perdidas por qué no había que ir a buscarlas, no era ese el mensaje? Después de tantos años, la charla con el padre Vicente parece que me reconforta y le voy a hacer caso, ahora que ya soy un cuarenton, ahora que ya no tengo dieciocho años, ahora que ya las bombas de mil libras que aguantó mi cabeza y la cabeza de muchos argentinos que fueron a defender las Islas Malvinas, no siguen cayendo del cielo, ahora que parece que otras voces tienen que ser escuchadas, las voces de los que estuvieron allí, las voces no contaminadas por el neoliberalismo y por el colonialismo que sí tiene plumas por doquier y editoriales dispuestas a publicar cualquier verdura sobre Malvinas, ahora sí, después de tanto tiempo escribí algo sobre Malvinas, por la memoria de aquellos que en el año 1982 perdieron la vida creyendo en una causa justa y por la dignidad de los que volvieron y fueron recibidos por la puerta de atrás.
mas informacion sobre el libro: http://pensamientonacional.com.ar